Diseño de estructuras organizativas
Para el diseño de estructuras organizativas se requiere analizar las características de la institución para identificar el modelo de organización que se ajuste y facilite la elaboración o modificación de su estructura organizativa.
Para el diseño organizacional se requiere la revisión de los siguientes criterios fundamentales:
Para establecer la estructura organizativa se debe tener en cuenta:
Niveles organizacionales: Estos niveles expresan la dependencia jerárquica entre las diferentes unidades de la institución.
En el primer nivel encontramos a los Órganos Directivos, el Consejo Asesor y, según corresponda, órganos resolutivos o consultivos.
En el segundo nivel encontramos: Órganos de línea (entre otros, unidad académica, unidad de bienestar y empleabilidad, unidad de formación continua y todos los que resulten necesarios), órganos de administración interna (área de calidad, área de administración y otros necesarios) y órganos desconcentrados (filiales).
En el tercer nivel encontramos a las áreas académicas y sus equipos.
Un proceso debe estar a cargo de una unidad o área de la institución. Los procesos estratégicos están a cargo de la Dirección General y áreas de asesoría; los procesos de soporte están a cargo de las áreas de apoyo; y los procesos misionales están a cargo de las unidades de línea.
Para la organización administrativa se debe tener claridad en los tipos de órganos que la constituyen, a saber:
Órganos de la alta dirección. Son los responsables de dirigir la institución, supervisar y regular sus actividades y ejercer las funciones de dirección política y administrativa de la institución. Configuran el primer nivel organizacional y están integrados por la Dirección General, la cual a su vez puede constituir unidades internas.
Órganos de administración interna. Asesoran o apoyan a la institución en el cumplimiento de sus funciones sustantivas y están constituidos, respectivamente, por los órganos de asesoramiento y apoyo, la cual depende de las características y estrategias que adopte la institución para el cumplimiento de sus fines. Los órganos que ejercen estas funciones se denominan “áreas”, en caso se ejerzan a través de unidades orgánicas, estas se denominan “equipos”.
Órganos de línea. Ejercen funciones sustantivas en la institución y se encargan de brindar bienes y servicios.
Órganos desconcentrados. Son órganos que desarrollan funciones sustantivas de uno o varios de los órganos de línea para prestar bienes o servicios, y se crean para atender necesidades no cubiertas en el territorio. Requieren de una organización desconcentrada, que se articule con los órganos de la sede central. Actúan en representación de la institución de la cual forman parte. Se denominan Unidades de Filiales.
Otros órganos. De acuerdo a sus funciones una institución puede tener los siguientes órganos, siempre que su Ley de creación lo faculte:
Comisiones. Son un tipo de órgano colegiado sin personería jurídica ni administración propia, que se crean para cumplir funciones como la elaboración de propuestas normativas, instrumentos, entre otros productos específicos.
Comités. Son un tipo de órgano colegiado, sin personería jurídica ni administración propia, que se crean para tomar decisiones sobre materias específicas. Sus miembros actúan en representación del órgano a la cual representan y sus decisiones tienen efectos vinculantes para éstos, así como para terceros, de ser el caso.
Definición de funciones. Las funciones son acciones que debe realizar la institución para alcanzar los logros y objetivos propuestos. Se destacan dos tipos:
Funciones generales: señalan a grandes rasgos las acciones que debe realizar la institución para alcanzar sus objetivos.
Funciones específicas: acciones relacionadas con determinado nivel jerárquico; reflejan la forma en que se operativizan las funciones generales para cada órgano específico. Para definirlas se debe considerar lo siguiente:
Pasos sugeridos para el diseño de la estructura organizativa
Diseño de puestos y perfiles
Esta etapa parte de la base de la descripción y análisis de los puestos identificados y la elaboración de los perfiles, los cuales cuentan con información estructurada respecto de la ubicación de los puestos dentro de la estructura organizacional, misión, funciones, así como también los requisitos y exigencias que demanda para que una persona pueda conducirse y desempeñarse adecuadamente en cada puesto; estos se organizan según el nivel organizacional donde se encuentren. Para elaborar los perfiles se sugiere identificar los puestos a partir de la estructura organizativa y también a partir de los procesos.
Luego de consolidar los puestos identificados se elabora el perfil de los mismos con sus respectivas funciones, las cuales deben ser concretas, claras, delimitadas, medibles y utilizar verbos que reflejen conductas observables. Adicionalmente, se debe elaborar la misión del puesto, considerando que es ésta es la razón de ser del mismo.
Finalmente, se establecen los requisitos del puesto, los cuales dan cuenta de la formación académica, certificaciones, conocimientos, experiencia y habilidades o competencias requeridas.
Para el requisito de la formación académica, se debe indicar el nivel educativo mínimo necesario para desempeñarse en el cargo. Se debe tener claridad sobre si se requieren estudios de maestría o en alguna especialidad. Todos los conocimientos técnicos, específicos, ofimáticos y de lenguaje que se requieran deben validarse a través de certificados, pruebas técnicas, entrevistas u otras herramientas que garantice que se cuenta con las habilidades o competencias para ocupar el puesto.