Según ideas de Herbert Simon (1945) la “dirección debe incluir principios de organización que aseguren una toma de decisiones correcta, y, principios que aseguren una acción efectiva”. Todo comportamiento implica una selección consciente o inconsciente de determinadas acciones, para el que actúa y para aquellas personas sobre las cuales este ejerce influencia o autoridad. (…) La serie de decisiones, que determina el comportamiento puede llamarse estrategia”.
El proceso de toma de decisiones constituye un continuo en el que se desarrolla la vida institucional. Por ejemplo: las decisiones que toma el docente para el desarrollo de actividades académicas, cuando el directivo debe definir objetivos de logro con los docentes y a la vez decidir cuál es la forma de evaluación de esos objetivos.