Pasos del proceso de toma de decisiones

En los procesos de gestión de las instituciones es muy importante que los directivos tomen decisiones correctas en tiempo y forma, enmarcada en el ideario institucional.  

Drucker (1963) definió cinco pasos a seguir para llegar a una decisión efectiva:   

Paso 1. Clasificar el problema 

Antes de iniciar el proceso de toma de decisiones es esencial que se defina la gravedad del problema y las consecuencias del mismo. Por ejemplo, no es lo mismo una falta de disciplina leve (llegar tarde) que otra grave (un grupo de estudiantes realizó actos de vandalismo en la escuela).   

Paso 2. Analizar el problema  

Significa entender la naturaleza del problema cotejándolo con todos los hechos observables. Por ejemplo, cuando un docente indaga sobre la sustracción de textos entres sus estudiantes.   

Paso 3. Buscar las soluciones alternativas  

Implica evaluar la diversidad de alternativas posibles que respondan mejor a la solución del problema. Por ejemplo. La decisión de incorporar nuevas PC para mejorar la enseñanza de informática implica evaluar distintas propuestas alternativas.   

Paso 4. Decidir la acción más apropiada  

Se debe preguntar qué es correcto hacer y al mismo tiempo qué es aceptable en esas circunstancias. Hay cuatro criterios para elegir la mejor solución entre las posibles: el riesgo, el esfuerzo económico, la elección del momento y las limitaciones de recursos.   

Decidir compra de equipos, seleccionando entre las inversiones posibles en función de las demandas de la comunidad educativa y los recursos disponibles.   

Paso 5. Hacer que la decisión sea efectiva   

Significa asumir la responsabilidad de decidir sobre aquellas personas que pueden cumplir lo decidido y a la vez informarlas sobre aquello que necesitan conocer acerca de la decisión, generar compromiso. Se debe supervisar el proceso de implementación y realizar un seguimiento del cumplimiento de los objetivos de la decisión. Por ejemplo, cuando el plenario docente se reúne para redactar el PEI, al tratarse de una tarea consensuada se deben generar decisiones con alto grado de participación y compromiso. 

Cada día en nuestra vida significa una elección, desde que vestir, comer, divertirnos, carrera, parejas, vivienda, etc. Por ello, saber tomar buenas decisiones es clave para lograr una vida plena. La importancia de la toma de decisiones radica en que hacerlo correctamente te permitirá ahorrar tiempo, dinero y esfuerzos lo cual ya se convierte en un buen motivo para empezar a hacerlo.

Algunas elecciones son fáciles, y otras no tanto: el problema está cuando el hecho de tener que tomar una decisión nos bloquea y no somos capaces de decantarnos por ninguna opción o la tomamos al azar sin previo análisis. Esta situación puede generarse Normalmente éste bloqueo es debido a diversos miedos: miedo a equivocarnos, por no querer renunciar a ninguna opción, miedo a lo desconocido. etc.

Siguiendo las ideas de Chávez, G. (2003), se presentan los siguientes tips:

• Tenga siempre un objetivo en mente cuando asuma un riesgo.
• Sea decidido. Las demoras son peligrosas.
• La vacilación acaba con la seguridad.
• Nada admirable se ha conseguido sin un riesgo.
• Concéntrese en las razones que lo puedan llevar al éxito y no en las razones por las que pueda fracasar.
• Analice profundamente las posibilidades antes de tomar una decisión.
• Tenga flexibilidad mental. Esto significa tener la capacidad de responder a nuevos problemas.
• Entre mejor sea su análisis, mejor será su toma de decisiones.